Thursday, 16 October 2008

Castigo divino...


Pues bien como he dicho anteriormente soy un tanto workaholic. Días de 12 horas en el trabajo, cuando termino mis cosas me hago cargo de otros proyectos y gustosa sirvo de secretaria a QA algunas veces. Soy la que hace los posters cuando hay que avisar algo y hasta encargada de hacer cajitas cuando hay que guardar algo. Soy la supervisora que sale más tarde que todos porque eso de la organización se me da muy bien (¡Ja! deberían ver mi cuarto caos total) y tengo casi 2 años atesorando firmas y dando vales de taxis a los agentes. He ido a trabajar con fiebre, con gripas mortales, totalmente afónica, con colitis nerviosa... En casi tres años no había faltado un sólo día que no fuera de vacaciones (aunque alguna vez fui a trabajar en un día de vacaciones) ni siquiera con muertes cercanas o lejanas, con el corazón roto, en plena crisis nerviosa o la más obscura de las depresiones. Ahi estaba yo lista y a tiempo trabajando hasta en días de descanso para llegar a la meta hasta el Martes 7 de Octubre de 2008 que por cierto cabe aclarar que si me presenté a trabajar sólo que no me dejaron. Y es que tuve la mala fortuna que el taxi en el que iba chocara con una motocicleta. Inmediatamente me dolió el cuello y le avisé a mi jefe que llegaría tarde a trabajar. Atravesé caminando el Monumento a la Revolución y me presenté a trabajar. Fui al médico de la empresa y le pedí sólo unos analgésicos. Me dijo que estaba loca y me mandó a urgencias todavía encargué a mis muchachos y delegué algunas de mis responsabilidades y yo que le he dicho siempre a mis muchachos que se den de alta en el Seguro Social después de casi tres años de laborar en la misma empresa no me había dado de alta. Pedí mi cartita patronal y me fuí a Urgencias en Tlatelolco que era lo más cercano al trabajo. Tuve mucha suerte en menos de dos horas salí con mis papelitos de accidente laboral referida a mi UMF (unidad médica familiar) al otro día y toda adolorida fuí a donde el Nefasto Call Center del Seguro me mandó al Hospital no. 1 Gabriel Mancera donde me trataron con condescendencia y me hicieron sentir muy estúpida. Supe ahí que la clínica que me correspondía era la de el Centro Médico si él mismo sobre Av. Cuauhtémoc mi papá me acompaño cosa que no hacía ni en la preparatoria y después de veinte trámites y dos vacunas me atendió una doctora maravillosa y super amable me mandó mis medicinas y me dio una incapacidad inicial de 7 dias horror de horrores. Siete larguísimos días sin ir a trabajar me dijo que fuera a dejar la incapacidad al trabajo y a que llenaran mis papelitos de accidente laboral. Entre el dolor y la conmoción fui a llevar los papeles al día siguiente y veinte trámites más tarde tenía la fecha de mi dictamen. Pasé una semana por demás aburrida. No estoy acostumbrada a no hacer nada y mucho menos a no salir y trabajar fue lindo que los primeros días recibí más mensajes de texto que en mi cumpleaños. Ví películas, dormí cual oso en hibernación, leí, hable con personas que hace siglos no hablaba y fui al seguro mas veces de las que quiero recordar. Ya estoy mucho mejor con otros 7 días de incapacidad pero por lo menos salir a la calle ya no es una proeza extraordinaria y duermo al menos 8 horas diarias como en años no lo hacía. Las cosas pasan por algo al menos eso dicen por ahí y si he descansado como nunca pero ya me urge regresar a mis días de 12 horas de trabajo. Mis semanas de al menos 72 horas de trabajo. Cocinar para 4 personas diario y la prisa cotidiana. Ya he dicho antes que estoy algo loca...


P.D. En serio darse de alta en el Seguro es engorroso pero mas vale perder una mañana o una tarde y sacar la credencial del seguro estando sano que todo contracturado y adolorido digo para eso pagamos nuestras aportaciones. No olvides tu comprobante de domicilio a tu nombre, tu curp, tu identificación oficial, una foto tamaño infantil y tu acta de nacimiento. Te pedirían una estampita de la santísima trinidad y de la virgencita de Guadalupe de no ser porque son instancias de gobierno y por tanto son laicos o eso dicen...


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